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29 de septiembre de 2018 kayak

Entrevista a Eloisa Berrier, kayaquista profesional que colabora con el CN Garraf

“De sus palabras se desprende una conexión muy especial, casi zen, con el kayak y su entorno. Eloisa Berrier ha estado navegando y compartiendo experiencias con los integrantes de la Sección de Caiac del Club Nàutic Garraf. Elo es un pozo de conocimientos kayaquistas y ganas de compartirlos. Profesora y guía de Kayak ha conquistado la Patagonia Argentina y tantos otros lugares simplemente con su kayak de mar y su pasión por ello.”

Eloisa Berrier. Llevo más de 12 años dedicándome al kayak de mar. Vivo en la Patagonia Argentina y en invierno voy a Groenlandia a practicar el kayak. La travesía es mi forma de vida. Un concierto de respiración de ballenas nos mantuvo en vela toda la noche en una playa de la Patagonia. Colaboro con la Sección de Caiac del CN Garraf i comparto muchas experiencias con ellos.

 

¿Cuándo decidiste dedicarte profesionalmente al kayak y vivir de ello?

En un principio no fue fácil, iba en contra de todo lo que se esperaba de mí, con una carrera universitaria de bióloga marina y elegí dedicar mi vida a remar en kayak…, a mi familia no le fue fácil entender mis elecciones. En un principio tuve que buscar la manera de poder hacerlo todo el año y vivir de ello, y así fue como apareció Groenlandia como opción al invierno en Patagonia, donde era temporada baja, lo que implicaba muchos meses sin trabajar. En el 2010 fui por primera vez a Groenlandia ha realizar expediciones en kayak, y de regreso a Argentina, mi escala en Barcelona se convirtió en un hallazgo fenomenal. Encontré aquí mi familia del corazón, que me abrió las puertas a poder practicar el kayak de mar en España, y así llevo ya varios años viajando de una punta a la otra del mundo para guiar viajes en kayak, expediciones, dar cursos y compartir remadas con amigos.

 

¿Qué te llevó a dedicarte profesionalmente al mundo del kayak?

Encontrar una herramienta de disfrute y conexión plena con la naturaleza, entender que podía dedicarme profesionalmente a lo que me apasionaba, fue un gran descubrimiento.

 

¿Qué es lo que más te inspira de tu trabajo?

Poder compartir lo que me apasiona, enseñarle a las personas que se acercan a esta actividad a disfrutar de lo sencillo, a conectar con el agua, a lograr tus metas en base a la voluntad y el tiempo, y quizás humildemente darle a alguien una nueva herramienta para que disfrute del agua y de la naturaleza, de la que tanto nos hemos ido apartando en busca de la felicidad, de los bienes materiales y del confort que lejos están de ser ellos quienes nos llenen el alma.

 

¿Qué es lo que más te gusta de navegar en kayak?

¡Lo simple que es la vida! Poder dejar de pensar tanto y empezar a sentír,  la libertad que me da, poder desplazarme en silencio  por el agua por mis propios medios hasta donde quiera llegar…

 

¿Y de dar clases y guiar a grupos en expediciones?

Son dos cosas muy diferentes, cuando doy clases intento transmitir herramientas para que la gente se anime a ir al agua a jugar con su kayak, y después puedan ir creciendo en el deporte si así lo desean. En cambio cuando guio expediciones, que son en autonomía total, el concepto es otro, es mostrar y compartir por unos días o semanas una forma de vida muy simple, muy básica, pero muy armónica con la naturaleza, donde los sentidos se agudizan, el cuerpo se adapta y la mente se tranquiliza.

 

Cuéntanos alguna anécdota de tus aventuras…

Uf miles! De cada viaje podría recordar alguna, sinceramente es difícil elegir una. Cuando intentábamos dormir haciendo vivac, bajo las estrellas en una playa en Patagonia, y de repente un concierto de respiraciones de ballenas nos interrumpió el sueño y ya no pudimos dormir más. Eran un montón y estaban muy cerquita de la costa, a unos pocos metros… O haber parado un rato en una playa para hacer un descanso en una salida de un par de horas y no poder volver a entrar al mar a remar, estaba lleno de ballenas con sus crías, muy cerquita de la costa, no podíamos interrumpir su descanso y amamantamiento. Uno de los turistas perdió su bus por el retraso que nos provocó aquella situación.

 

¿Y una experiencia al límite?

Cuando estás acampando en el medio de la nada con un grupo de turistas, los kayaks llenos de comida, solo un teléfono vía satélite y una bengala de luces por si te pierdes… y llega un mensaje de que hay alerta de osos polares en la zona!

O cuando estuve acampando en una playa frente a un glaciar y cayo un trozo tan grande de hielo que la ola que genero rompió en la puerta de las tiendas y destruyo la playa donde habíamos desembarcado… son instantes donde te sientes chiquitito y tomas noción de lo inmensa y poderosa que es la naturaleza.

 

Dicen que el kayak es un deporte adictivo ¿Por qué crees que puede ser así?

Es un deporte que tiene muchas maneras diferentes de practicarse, según lo que cada uno disfrute, se pueden hacer travesías, surfear olas, hacer descensos por ríos, etc. Hay tantas variantes como personalidades y gustos. Y además creo que estar en el agua es algo natural `para los seres humanos, esa sensación de fluidez que tenemos cuando crecemos en la panza de nuestra mamá y con los años la vamos perdiendo, nos vamos poniendo cada vez más rígidos, el kayak nos ayuda a reconectar con eso. Porque si no somos flexibles y fluimos, el kayak no avanza y nos duele todo.

 

¿Qué cualidades se necesita tener para practicarlo?

Principalmente ganas. No hace falta tener una condición física excepcional para ello, pero si es cierto que con un poco de movilidad, fuerza y alguien que nos indique algunas pautas básicas sobre seguridad y técnica, será exponencial nuestra progresión y evitaremos pasar malos ratos.

 

¿Qué crees que se llevan las personas que han participado en tus expediciones o cursos?

Eso es muy difícil de decir, habría que preguntarles a ellos… pero seguro que las respuestas serán diversas. Para algunos es una experiencia más, para otros una gran herramienta para la vida, para algunos descubrir un universo que ni imaginaban que existía y para otros el aprendizaje de un deporte. No creo que siempre llegue lo que intento transmitir, porque además el maestro aparece cuando el alumno está preparado… pero estoy tranquila y feliz porque cada tanto recibo algún mail de alguien que después de un tiempo de procesar la experiencia se anima a compartir como la ha vivido, me emociona y sorprende lo intensa y profunda que puede llegar a ser la transformación. Siento que a veces soy un medio para que alguien se anime a disfrutar más de la vida, a soltar tantas estructuras y esquemas.

 

¿Algún consejo para iniciados en la materia?

Si alguien tiene la curiosidad de probar este deporte y nunca lo ha hecho, le diría que se anime. Que vale la pena, que busquen el lugar y el contexto ideal para hacerlo por primera vez. Puede que encarar un viaje de 15 días en kayak por Groenlandia no es la mejor idea para empezar, aunque hay mucha gente que llega así. Pero teniendo aquí este mar tan hermoso y tan accesible sería una pena que se queden con las ganas y se pierdan el poder jugar en el agua.

Como mensaje final, lo importante es seguir lo que sientes, sea una vida en kayak como es mi caso, o cualquier otra cosa, pero animarte a seguir tus sueños, a luchar por lo que sientes y a no dejarte llevar por lo que es normal, haz más de lo que realmente te hace feliz.